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9,88 €Si hay un espacio generoso, ése es el del sueño; en él, por milagro, nos puede ser entregado lo difícil e incluso lo imposible. Rosa Suárez Vera soñó; no sé si fueron sueños nocturnos, con los ojos cerrados y perdida la conciencia, a a plena luz del día; las mallas del sueño ciertamente no retuvieron a la persona misma de su amor huidiza, sino -a manera de una inesperada compensación- los quiebros relumbrantes de un montón de palabras, el relato de la desesperanza. Es posible que la búsqueda, a través de la poesía, del secreto de algo, acabe por entregarnos la esencia misma de la poesía.